lunes, 28 de noviembre de 2011

Frío en los pies. Alma frágil

Un escalofrío recorre cada poro de mi piel. Un sensación que siempre me ha parecido desagradable e incómoda. Cuándo era pequeña y estaba sola o me sentía excluida, me brotaba este maldito estremecimiento. Es, sin duda, la manera que tiene mi cuerpo de avisarme. Y sus predicciones pocas veces no se cumplen.
Es interesante ver como cuando más frágil me siento, más fuerte se que soy. Puede parecer una gran contradicción, pero es así como puedo explicarlo. 

En este mundo plagado de envidias, rencillas, afán por pisar al de al lado es preciso encontrar esa luz que guíe hacia otro camino. No es bueno seguir las oleadas que te transportan a una zona donde no estarás a flote. Más vale conseguir un salvavidas. Últimamente hay muchas mareas.

Pequeño refugio en el mar de la red, protege estos pensamientos.







Merello. La natural condición.



1 comentario:

  1. hay que buscar, o crear, esos pequeños refugios

    gracias por tu visita y aún más por tu comentario!
    te sigo

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